Me contento con hacer música, expresó una vez Manu Dibango, historia legendaria del afrojazz
El saxofonista, de origen camerunés, murió el día de ayer de Covid-19, en París, después de 6 décadas de trayectoria
▲ En la imagen, el 24 de enero de 2018, a lo largo de un acto de moda en la capital francesa.Foto
Aprendió a tocar el piano merced a un maestro en Chartres, y en esa temporada conoció el jazz y a Francis Bebey, asimismo camerunés, con quien formó un trío. Después descubrió el saxofón y cuanto más se adentró en la música más se distanció de sus estudios.
Su padre le cortó los fondos y Dibango partió a Bruselas donde conoció a su futura esposa y al músico congoleño Grand Kallé, quien lo invitó a su orquesta, African Jazz, con la que grabó una cuarentena de temas.
Durante un breve periodo volvió a África para vivir en el Congo y Camerún, mas retornó a Francia donde prosiguió conociendo a músicos que lo llevaron a una nueva etapa en su vida. Fue entonces que grabó Soul Makossa, lo que le dejó viajar a Estados Unidos. Ahí se presentó en insignes circuitos, como el teatro Apollo, y conoció a la agrupación latina Fania All Stars, formada por reputados músicos.
Manu Dibango no solo fue saxofonista, tocaba el piano, el vibráfono, la marimba, la mandolina y últimamente el balafón. Durante su vida, el jazzista no dejó de enseñar interés por ampliar su conocimiento musical. También fue vocalista, arreglista y directivo de orquesta.
Además, el jazzista siempre y en todo momento mostró interés por causas como la lucha contra el apetito en el planeta, el cambio climático y la libertad de expresión. La Unesco lo nombró artista por la paz en 2004. Su pensamiento podía ser resumido en una oración que pronunció una vez en un ataque de risa: Me contento con hacer música
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Dibango fue miembro del conjunto de rumba congoleña African Jazz y conocido por sus colaboraciones con la fallecida estrella nigeriana de Afrobeat Fela Kuti, el guitarrista nigeriano King Sunny Adé y el conjunto de gospel sudafricano Ladysmith Black Mambazo.